1936-39

Años de guerra y cambio

Retrato de Bargalló realizado por Emilio Ferrer en 1937 en Cuenca. Imagen recuperada por Segura, Gomis y Sánchez para la revista Llull (2011).
Retrato de Bargalló realizado por Emilio Ferrer en 1937 en Cuenca. Imagen recuperada por Segura, Gomis y Sánchez para la revista Llull (2011).

La guerra civil española supuso un punto de inflexión en la vida de Modesto Bargalló. El avance del conflicto por la geografía española causó el desajuste de la red de escuelas normales. Así, tras más de dos décadas en la Escuela Normal de Maestros de Guadalajara, fue destinado a la Escuela Normal de Maestros de Cuenca en 1937. En este nuevo destino fue retratado al carboncillo por el artista valenciano Emilio Ferrer Cabrera en noviembre de 1937. 

Dada su notable trayectoria como educador, no sorprende que en septiembre de 1938, Bargalló fuese nombrado miembro del Consejo Superior de Cultura, organismo dependiente del Ministerio de Instrucción Pública encargado de cuestiones educativas y culturales. Junto con Bargalló fueron nombrados destacados «ciudadanos de capacidad intelectual demostrada» como Odón de Buen, Enrique Rioja, Antonio Machado o Ignacio Bolívar. Dicho nombramiento muestra la notoriedad profesional lograda por Bargalló en España, país que no tardaría en abandonar. La salida del país se produjo el 2 de febrero de 1939 a bordo de un camión con familiares de carabineros que trasladó a Bargalló junto a su esposa Luisa y sus hijos Luisa y Miguel desde Figueras hasta Perpiñan. En dicha localidad permanecieron unos días en un antiguo hospital militar, hasta que pusieron rumbo a Estrasburgo, donde se les unión Miguel Bargalló Ardévol. En Estrasburgo, la familia se alojó en casa del periodista René Hauth y Margarette Hauth durante dos meses. Posteriormente, la familia Bargalló permaneció un mes en la población alsaciana de Saverne, alojándose en la casa de la madre de René y en la del farmacéutico y botánico Emil Walter. Finalmente, el 24 de mayo de 1939 embarcaron en el buque Sinaia, el cual zarpó del puerto francés de Cette un día después. 

El Sinaia, buque que llevó a México a centenares de españoles.
El Sinaia, buque que llevó a México a centenares de españoles.

Treinta y cuatro años después de aquel viaje, Bargalló seguirá recordando los sentimientos que afloraron en él al iniciarse la travesía rumbo a México:

 

Al pasar el Sinaia frente a las costas de la tierra catalana en que nací y la que dormían el sueño eterno mis amados padres, tomaban fuerza real las estrofas de «L'emigrant», del excelso Verdaguer. Y al dejar el Sinaia a su popa en lontananza las últimas costas españolas del estrecho, me invadieron escalofríos de emoción y se humedecieron copiosamente mis ojos. 

 

A pesar de los sentimientos de nostalgia, miedo y tristeza que le acompañaron, Bargalló debió de implicarse en las actividades culturales que se organizaron a bordo del Sinaia, como diversas conferencias. Así, él mismo impartió una de ellas sobre geografía de México el lunes 29 de mayo, de la que da cuenta la crónica aparecida en el número del martes 30 de mayo del diario que se editaba a bordo del buque. 

Crónica de la conferencia de Modesto Bargalló publicada en el diario que se editó en el Sinaia durante la travesía.
Crónica de la conferencia de Modesto Bargalló publicada en el diario que se editó en el Sinaia durante la travesía.

El Sinaia solo hizo dos escalas para abastecerse: en la Isla de Madeira y en Puerto Rico. Aunque los cientos de españoles que iban a bordo del buque no pudieron desembarcar, en estas paradas no pararon de escuchar mensajes de ánimo y apoyo. Fue en la mañana del 13 de junio de 1939 cuando finalmente pudieron volver a pisar tierra firme, desembarcando del Sinaia en el puerto de Veracruz entre gritos y mensajes de bienvenida. El propio Bargalló dejó constancia de aquel momento que jamás olvidará:

 

Al pisar emocionado, del brazo de mi hija, por primera vez tierra firme de América, el grito, un «¡Viva México!» brotó de mi garganta. Después de caminar por entre dos vallas humanas formadas por quienes cariñosamente habían ido a recibirnos, hubo recepción oficial en el Ayuntamiento; mientras las campanas de la parroquia vecina eran volteadas en honor nuestro. Durante algunas noches Veracruz nos obsequió con fiestas al aire libre, donde gustamos los sones y bailes más típicos de México. 

 

A sus 45 años, Bargalló iniciaba una nueva etapa de su vida junto a su mujer Luisa (con 40 años entonces) su hija Luisa (de 17), su hijo Miguel (que rondaba los 4) y su hermano Miguel (que pronto cumpliría los 47). México brindó a los Bargalló la oportunidad de escribir un nuevo capítulo en sus biografías

Modesto Bargalló, entonces en el ecuador de su trayectoria vital, dejaba atrás una trayectoria sobresaliente en el terreno de la enseñanza de las ciencias en los estudios de magisterio en España para iniciar otra no menos destacada en el ámbito de la enseñanza media y superior mexicana. Trayectorias que, pese a los kilómetros que las separaban geográficamente, estuvieron profundamente conectadas biográficamente.